Tríptico para un deseo: Clara

 A fines del siglo XIX, la llegada masiva de inmigrantes, provenientes de Italia y España en su mayoría, cambió la estructura social y económica, sobre todo de nuestras ciudades portuarias. La incorporación al mercado de trabajo no conllevó una mejora en las condiciones de vida de les trabajadores. La explotación laboral, instaurada por los bajos salarios y las extensas jornadas en trabajos insalubres, afectó a los varones pero más profundamente a las mujeres y les niñes que dada la imposición de roles sexualizados y jerarquizados del sistema patriarcal, fueron les explotades dentro de la clase explotada. Esta situación diferencial fue señalada por las mujeres anarquistas en sus periódicos, sus manifiestos y sus obras teatrales, y su mirada se dirigió hacia la explotación laboral y simultáneamente, hacia la opresión de las mujeres por parte de los varones en los diversos espacios y roles sociales, en su relación con ellas como jefes, esposos, hermanos o padres, denunciando así que además de la opresión como trabajadoras vivíamos una opresión como mujeres y que esto atravesaba todas las clases sociales. Nosotras, Mujeres de Pelo Suelto, usamos nuestro espacio artístico para alzar la voz y denunciar que esto no ha cambiado prácticamente nada y en nuestra condición de mujeres libres gritamos fuerte que no van a callarnos. Ni Una Menos! Somos la voz de las que no tienen voz!